En el edén del PRImor / Vale al Paraíso
Si bien es cierto que las mujeres son el alma, corazón y vida del universo, también habrá de reconocerse que algunas camaradas surcan los aires de México desprovistas principios éticos y valores morales en el paraíso terrenal del Movimiento de Regeneración Nacional.
El mejor ejemplo de que Morena en Aguascalientes está convertido en un «Movimiento de Degeneración Local», son este par de aretes: Dulce Margarita Arellano Gourcy y Natzielly Teresita Rodríguez Calzada, copias fieles de políticos oportunistas y convenencieros, siempre dispuestos a cambiar de croqueta partidista como la misma frecuencia que de ropa interior.
Arellano Gourcy recibió de manos del gobernador Luis Armando Reynoso
Femat, el 9 de noviembre de 2010, una concesión de taxi, la número 3602; después se fue a perseguir la chuleta con el gobernador Carlos Lozano de la Torre, que le otorgó el “salario integrado” mensual de 46 mil 535 pesos 39 centavos; y este año cambió de chaqueta, le devolvió al PRIAN sus románticas fotografías y se enredó en los brazos del PRImor, quien le regaló la candidatura de Morena a diputada federal por el Distrito 03, por disposición expresa de los hermanos zacatecanos Monreal Ávila y del exgobernador Lozano de la Torre.
Rodríguez Calzada es más descaradita. Fue regidora por el PRD, de 2007 a 2010, en el municipio de Ojocaliente. Concluido el encargo migró a Aguascalientes de la mano de su paisana Lorena Martínez Rodríguez, alcaldesa de la capital 2011-2013, quien la nombró jefa del Departamento de Atención Ciudadana.
A la derrota de Martínez Rodríguez a la gubernatura, la zacatecana de potentes extremidades inferiores brincó al PRImor para agandallarse, con el impulso de los hermanos Monreal Ávila, las candidaturas de Morena en el Distrito 05 local (donde fue derrotada) y la de representación proporcional.
Hoy es diputada local. Y algo pecaminoso debe de esconder porque en la página digital del Congreso del Estado de Aguascalientes se informa que no ha presentado su 3de3 para transparentar su conciencia en una muy sana rendición de cuentas.
Faldas vemos, PRImor no sabemos.
Porque alguien tiene que escribirlo: La alcaldesa María Teresa Jiménez Esquivel siembra y abona. Cuida y fertiliza. Se encamina a la candidatura del PAN por segunda ocasión.
Reelegirse en su aspiración. Legitima a la luz de su gestión administrativa, trabajo político y evaluación ciudadana. Pero algunos y algunas funcionarias cercanas se empeñan en impedir la cosecha con su ineficiencia.
Para la joven aguascalentense nacida en el Estado de México, la clase trabajadora, la que hace la talacha, es el “activo más importante que tiene la administración municipal”, a juzgar por las cariñosas palabras que suele escribirles en sus cumpleaños: “Me siento orgullosa de que alguien como tú forma parte de esta gran familia, el Ayuntamiento de Aguascalientes; para mí es un honor reconocer tu trabajo y esfuerzo, porque sé que todos los días trabajas con dedicación en beneficio de nuestra gente”.
El gran reto de Jiménez Esquivel no sería obtener la nominación del PAN ni ganar la elección constitucional, sino hacer los ajustes necesarios a nivel directivo, para prestar los servicios de calidad que demanda la ciudadanía todos los días de la semana, en lo que sería el primer sexenio municipal en la historia de Aguascalientes.
El ejercicio de gobierno desgasta, pero de continuar con esa vocación de servicio, sensibilidad política y el corazón de México latiendo, la merma sería menor para la alcaldesa capitalina de 33 años.
Después, el 2022 estaría a la vista.
Coda: Feliz Navidad y Año nuevo les deseo a ustedes y sus familias.
Esta columna descansa, pero no en paz. Nos encontraremos en enero de 2019.
Por: Mario Granados Roldán
marigra1954@gmail.com